Con vista en el futuro, las empresas ya están actuando y ejercitando su capacidad de identificar las necesidades de Upskilling y Reskilling de sus colaboradores
La orientación hacia la “acción” está preparando a las organizaciones para abrazar el futuro. Como descubre la encuesta de Mercer, Tendencias Globales de Talento de 2019 (en la que participaron +7,300 ejecutivos, líderes de RH y empleados de nueve industrias y 16 países), 30% asegura haber aumentado su agilidad para el cambio, contra el 18% reportado el año anterior. En consonancia, señala Kate Bravery, Líder de Soluciones Globales de Carrera en Mercer, “ahora son más los empleados que señalan que la flexibilidad es parte de su cultura organizacional. Una cultura en la que su desempeño se juzga por sus resultados y no por las horas trabajadas”.
En ese nuevo “ambiente cultural” la empresa necesita identificar los sets de habilidades de sus colaboradores, así como las capacidades de las que carecen o necesitan perfeccionar.
De hecho, esta tarea está creciendo en importancia, y así lo demuestran los resultados de la Encuesta de Mercer sobre Tendencias Globales de Talento 2019, donde la urgencia por identificar las necesidades de aprendizaje y desarrollo (Learning & Development-L&D por sus siglas en inglés) ha escalado en la lista de prioridades, pasando de la posición número nueve a la número tres en la agenda ejecutiva.
Puesto que, según predicen los ejecutivos encuestados, por lo menos uno de cada cinco puestos de trabajo dejará de existir en su organización en el futuro, el rediseño de puestos adquiere nuevas dimensiones. Ese rediseño, sumado al desarrollo o actualización de habilidades, permitirá trasladar a las personas hacia áreas con potencial de creación de valor futuro, para ellas mismas y para la empresa.
Desde luego, aún falta camino por andar. Según los resultados de la encuesta de Mercer en 2019:
Por su lado, más de la mitad (56%) de los empleados está demandando aprender y desarrollar habilidades o actualizar las que tiene para mantenerse vigente y responder a las distintas exigencias del trabajo. Una tendencia que Recursos Humanos debería capitalizar cuanto antes, porque cuando el talento es escaso y se vuelve cada vez más difícil encontrar al candidato adecuado, el desarrollo de los empleados es un elemento esencial para la competitividad, la retención de talento y la sostenibilidad de la organización.
En ese contexto, es prácticamente seguro que el perfeccionamiento de las competencias (upskilling) y la capacitación en nuevas habilidades (reskilling) seguirá manteniendo su importancia e incluso escalando posiciones en la lista de prioridades de RRHH y de sus tareas de aprendizaje y desarrollo. Solo hay que considerar que, según descubre el reporte de Mercer, más de la mitad de los empleados espera hoy que su compañía le proporcione el aprendizaje adecuado para desarrollar sus habilidades y prepararse para futuros puestos de trabajo, y un 83% subraya que mantener sus habilidades actualizadas es su principal responsabilidad.
Esta tendencia se agudiza entre los millennials, para quienes el desarrollo que puede ofrecerle un trabajo es fundamental. Algo que habrá que tener siempre en cuenta si se considera –como lo calcula el Workplace Report 2018 de LinkedIn– que en una fecha tan cercana como 2025 esa generación representará el 75% de la fuerza laboral.
¿Le sorprendería saber que aquellas empresas que aprovechan la empatía en su toma de decisiones les va mejor en varias métricas clave? Este año, más que nunca, la agenda humana es la agenda de negocios. Nuestro último estudio Tendencias Globales de Talento 2020 revela cómo las organizaciones líderes están respondiendo a algunos de los problemas más importantes de nuestro tiempo: IA y automatización, diversidad y longevidad, el rediseño del trabajo y del lugar de trabajo, y cómo los recursos humanos deben transformarse.