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En todo el mundo, la tecnología está cambiando la forma en que trabajamos. Las tendencias emergentes en diversos sectores, desde los servicios financieros hasta las ventas al por menor, van de lo más prosaico (marketing digital) a la ciencia ficción límite (impresión en 3D). ¿Cómo repercute esto en las habilidades necesarias para moverse en este panorama de rápida evolución?
Es difícil mantener una conversación sobre el impacto actual de la tecnología sin terminar circulando clichés empaquetados en el más reciente lenguaje de gestión. Casi todas las organizaciones están "experimentando una transformación tecnológica" o "volviéndose digitales". A pesar de lo generalizadas que suenan estas tendencias, a menudo hay una falta de comprensión de estos términos más allá de las palabras de moda.
Entonces, ¿cuáles son las habilidades esenciales en las que las organizaciones y los individuos deberían centrarse, dados estos cambios radicales en la forma de trabajar? La respuesta es comprensiblemente compleja y depende de la industria, la geografía y otras variables. El informe del Foro económico mundial sobre el futuro de los empleos de 2016 cita las habilidades fundamentales relacionadas con el trabajo: la resolución de problemas complejos, el aprendizaje activo y la flexibilidad cognitiva, cada vez más importantes para todos los sectores en el futuro próximo. Esas aptitudes son aún más decisivas en los mercados emergentes, donde la evolución de la tecnología repercute en los empleos más rápidamente que en las economías más desarrolladas.
Nuestro trabajo con los organismos gubernamentales de todos los países de Asia refuerza esta perspectiva. Cuando se identifican las competencias esenciales a nivel industria, el aprendizaje continuo, la resolución de problemas y la creatividad surgen en casi todos los niveles industriales, ya se trate de "alta tecnología", como las de telecomunicaciones, o de sectores "tradicionales", como la de manufactura.
No es sorprendente que la otra habilidad que requieren todas las industrias sea la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC). La alfabetización digital implica el uso de la tecnología digital, las herramientas de comunicación y las redes para acceder, gestionar, integrar, evaluar y crear información. Dado que la "Internet de las cosas" (IoT) tiene un gran impacto en los consumidores (piense en sensores que monitorean el ritmo cardíaco) y en la industria (sensores que monitorean y predicen el rendimiento de los equipos industriales), las empresas aparentemente tradicionales están pensando en la arquitectura de datos y la IoT de banda estrecha.
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