¿Qué considerar al momento de elegir al próximo CEO de mi empresa?

Es difícil que exista en una compañía un proceso más transcendental que elegir un nuevo CEO (Chief Executive Officer o Director General). Mencionar apenas algunas cifras provenientes de distintos estudios servirá para tomar conciencia de por qué la sucesión del máximo líder de una compañía es tan relevante:

11% de los CEOs de las organizaciones integrantes del S&P 500 son reemplazados anualmente.¹
Según los analistas financieros, el 49% de la reputación de una compañía se atribuye a la reputación de su CEO.²
El retorno total al accionista (TSR) frente a una sucesión planificada de un CEO es en promedio -4%, en comparación con el -13.5% frente a una sucesión inesperada.³

Una decisión como esta tendrá repercusiones en el valor de la acción, la reputación en el mercado, la relación con los accionistas, la estrategia y rumbo de la empresa, el compromiso de los ejecutivos, entre muchos otros aspectos. Frente a tan notable desafío, las compañías más exitosas son aquellas que toman este proceso con la seriedad que requiere y planifican hasta el último detalle de forma integral y holística.

Nuestra experiencia asesorando compañías en este campo nos ha permitido observar distintas realidades al comparar las prácticas de los mercados desarrollados y los emergentes.

En América Latina, por ejemplo, hay pocas regulaciones para las empresas que cotizan, mientras en los mercados desarrollados se requiere estructurar el proceso de sucesión, definir el modelo de gobierno y socializarlo con los principales grupos de interés.

Pese a las diferencias mencionadas, hemos identificado fases y actividades en común que las empresas llevan a cabo, así como mejores prácticas y tendencias.

Descargue este artículo y conozca en 5 pasos estos aprendizajes y algunos datos interesantes del mercado.

^{1. The Conference Board (2016). CEOs Succession Practices 2016 Edition.}

^{2. Shandwick, W. (2011). The company behind the brand: In reputation we}

^trust.

^{3. Strategy+Business (2012). The $112 Billion CEO Succession Problem.}